miércoles, 11 de marzo de 2009

Más allá de nuestro ombligo

A pesar de nosotros y nuestra forma de vida, existen personas dedicadas a enseñar y predicar la religión cristiana en tierras de no creyentes y a prestar su ayuda en países atrasados.

El día 27 de febrero realizamos una entrevista a Antonio, un misionero que residió en Angola desde 1981 hasta 1987. Vivió allí en una época de guerra civil, la cual les trajo muerte, destrucción, mala sanidad, pérdida de trabajo y el rapto de miles de menores para la guerra. Éste era un país en el cual su sociedad seguía una línea de sucesión matrilineal (la línea de sucesión depende de la madre).

La alimentación estaba basada fundamentalmente en la agricultura, no tenían pan, y la fruta a pesar de su abundancia, no la tenían introducida en su alimentación básica. También realizaban la caza de serpiente, cabra salvajes, leones...

Respecto a la educación, debe notarse la gran discriminación de las niñas hacia los niños, ya que estas estaban en la escuela hasta los 12 años y los niños permanecían en ella hasta los 16 ó 17 años. Los profesores estaban muy poco cualificados ya que daban clase a partir de los 16 ó 17 años.
Una de las costumbres más habituales de esta sociedad son los ritos de iniciación, diferentes para las chicos y los chicas. Estos ritos para ellos son los llamados "mucanda" (libro de la sabiduría). Comienzan a los 14 años para los chicos y suelen acabar a los 16: empiezan con la circuncisión, en la cual no se pueden quejar porque es una prueba para demostrar su valentía. Durante este periodo, deben encontrarse alejados de las chicas y de la familia. Tanto en la teoría como en la práctica aprenderán a cazar y a construir casas. Antes de dichos ritos, no tienen derecho a voto y son unos "don nadie" en la sociedad.

Los ritos de las chicas comienzan después de la primera menstruación. En ella preparaban una fiesta y se las reconocía como "una chica abierta a la maternidad". En ella aprenden la labranza y a cuidar a los niños. Este periodo dura 2 ó 3 días.

La misión de cualquier misionero principal en esta tierra era la evangelización, ya que las autoridades no permitían que colaboraran con cualquier otra forma de vida. Realizaban el bautismo, el matrimonio y había catecumenados, esto es, se preparaba a los habitantes para ser cristianos, los cuales cumplían las normas a la perfección.

Sección de sociedad y cultura.

No hay comentarios: