Hace casi 20 años llegó a Córdoba desde Puente Genil junto con el profesor, y ahora también vicedirector, Matías Regodón y otra profesora más que ya no está en este centro. En sus 18 años en este centro a sido elegido como director en 2 ocasiones.
P.: ¿Cómo fue su llegada al centro?
R.: Me presenté a la dirección del centro y hubo una comisión en la que tenían que votar los alumnos, los padres y los profesores.
Entonces, en la delegación me eligieron porque el año pasado hubo un director que procedía de fuera y los compañeros, alumnos y padres querían que fuera de este centro.
P.: ¿Ha tenido problemas en algunos de sus mandatos?
R.: No, vamos, problemas del tipo de obras que hacer, el traslado de la Antigua Laboral. Cuando llegamos, no había vallas, ni aulas que hacían falta e hicimos el centro TIC con las nuevas tecnologías.
P.: ¿Quienes lo apoyaron?
R.: Todos los compañeros de trabajo y los alumnos.
P.: ¿Cómo evaluaría su primer mandato?
R.: Muy bien, teníamos en el equipo a Manolo Blanco y Matías, los padres en el AMPA y las delegadas de educación ,teníamos muy buena relación. Después, se estropeó un poco y decidí no seguir.
P.: ¿Qué planes tiene para mejorar el centro en este segundo mandato?
R.: Bueno, estamos viendo la posibilidad de hacer un nuevo taller de hostelería y quiero plantear ciertas reestructuraciones en las aulas y laboratorios e intentar construir al lado del gimnasio un sitio cubierto para que el alumnado pueda realizar actividades.
P.: ¿Por qué cuando falta un profesor más de 15 días no se reemplaza inmediatamente?
R.. Bueno, eso hasta ahora ha sido así y lo que pasa es que en la delegación de Córdoba ha habido este año problemas a principio de curso porque el jefe de servicio personal , que es el que lleva estas cosas, ha estado enfermo y ha habido problemas pero ahora ya está normalizado. La verdad, es muy difícil sustituir las bajas de 15 días.
P.: ¿Cómo calificaría su relación con los estudiantes? ¿Y con los compañeros de enseñanza?
R.: Con los compañeros creo que bien porque me han apoyado y los alumnos igual. Doy pocas clases pero a los cursos que doy suelen estar contentos, a parte, la relación que tengo con los representantes del consejo escolar es magnífica y creo que nos llevamos bien en todos los aspectos.
P.: ¿Los años de docencia le han parecido agradables o desagradables?¿Por qué?
R.: Muy buenos, agradables. Llevo 30 años, nunca me he quejado de mi profesión.
P.: ¿Cuáles son los cambios que ha observado en la enseñanza en estos últimos 20 años? ¿En qué hemos cambiado los alumnos?
R.: ¡Uf! Necesitaríamos mucho tiempo para hablar de eso. En principio, todos los profesores que ya llevamos años, decimos que los alumnos han cambiado a peor, eso es una cosa que casi siempre tenemos porque nos acordamos del pasado, luego ocurre que cuando éramos jóvenes no nos dábamos cuenta de esos cambios y, ahora vemos los cambios desde atrás, es decir, creemos que los alumnos han cambiado más de lo que realmente han cambiado. Es verdad que hoy lo que se ha perdido fundamentalmente en los alumnos es la cultura del esfuerzo, es decir, se trabaja poco, eso lo tenéis que ver vosotros en casa, antes los alumnos cuando se iban del instituto, después por las tardes se ponían a estudiar muchas horas o iban a clases particulares, hoy eso prácticamente se ha perdido, la gente tiene, le da poca importancia a lo que está diciendo, es decir tenéis una falta de curiosidad, de interés en general, ya digo que en general, hay alumnos que no, hay cursos en los que la gente puede, en fin, lo que ocurre es que nosotros los que somos ya más viejos vemos que el cambio a sido más mayor de el que realmente creo yo que ha sido.
P.: Alumnos que lo han tenido a usted como profesor lo califican como “ídolo” y “crack”. ¿Usted se calificaría igual?
R.: Lo del crack no lo sé pero, ídolo tampoco me gusta la palabra, porque ídolo es como adorar a algo y no me gusta que me adoren, pero si que me quieran, eso si, que me quieran y que yo quiera a los alumnos, eso siempre lo he pretendido, le he ayudado siempre que he podido, con viajes, con la universidad con montones de cosas, y quererlos y que me quieran si que me gusta claro, pero el ídolo es una palabra que es un poco de adoración, no me gusta.
P.: ¿Qué viajes de fin de curso propone para los estudiantes que ya se gradúan en la ESO?
R.: ¿Para cuando estéis en bachillerato? !Ah¡, para vosotros en cuarto, yo siempre he tenido dos teorías, cuando se hacen los viajes para cuarto de la E.S.O pues normalmente nos hemos movido en el territorio nacional, es decir pues a los Pirineos, Galicia o hacer un viaje cultural por la zona de Castilla, que es muy interesante y en los alumnos de bachillerato si que me gusta siempre llevarlos fuera del país, porque el echo de subirse en un avión, el echo de hablar otro idioma pues siempre le provoca curiosidad, y el cuarto yo no me atrevo a salir fuera, porque es muy complicado, pero que hay en el territorio español montones de sitios preciosos y que no sea solamente irse a las playas o a las discotecas, sino que se pueda hacer un viaje muy interesante en la zona de Castilla, Galicia, Asturias, eso vosotros lo decidís en muchos casos.
P.: ¿Cuántos viajes ha realizado durante estos años?¿Y cuál es el que más le ha gustado?
R.: 30 años, pos todos los años un par de ellos, así que multiplica. A Mérida, a París, a Italia, a Portugal, a Túnez. Pues la verdad es que, uno de los que más me ha gustado, una vez que fui a Italia con los alumnos y el de Túnez. Túnez hace dos años con los segundo bachillerato fue un viaje muy bonito, porque primero la gente fue que no quería, no le gustaba pero después cuando vinieron todos hablaban maravillas de Túnez, es más hubo dos chicos que gracias a ese viaje después estudiaron filología islámica, así que fue uno de los que más me gusto.
P.: ¿Ha tenido que dar la cara por algunos de sus alumnos en algún viaje?
R.: Más de una vez, dar la cara y poner cara de buenos amigos para que no les pase nada, pero si muchas veces.
P.: ¿Qué gustos musicales tiene?
R.: Ya no se cuales, pero vamos si, flamenco me gusta mucho y la música antigua del rock..
P.: ¿Qué libros recomendaría usted a los alumnos de la E.S.O?
Ahora mismo así a voz de pronto, pues yo un libro, más que un libro algunos autores sí que podría aconsejaros a Ronald que no sé si habéis leído algo de él, la fabrica de chocolate, estos libros que hay de alumnos de segundo, tercero, hay muchos libros juveniles, más que libros no recuerdo ahora mismo así expresamente alguno, “El guardián sobre el centeno”, hay algunos librillos que siempre he recomendado, pero yo podría haceros una lista buena.
P.: ¿Me podría contar alguna anécdota de cuando a tenido que dar la cara por sus alumnos en algún viaje?
R.: Un chaval se pasó sin mala idea, pero lo pasó muy mal, casi lo tuvimos que llevar al hospital, porque había bebido demasiado entonces le tuvimos que dar, porque era en un convento de monjas que estuvimos parando, que fue en el año dos mil creo, entre ellos. Después en Mérida, en París también tuvimos muchos problemas con chicos, es decir anécdotas hay muchas, otros chavales pues si vamos setenta pos el sesenta por ciento o setenta por ciento van bien pero siempre hay dos o tres que meten la pata, pero incluso así los he defendido, y cuando hemos venido de esos viajes, siempre hemos dicho que tal a ido todo, pos muy bien no ha pasado nada. Nunca se lo digo a los padres de cosas malas, siempre intento decirle las cosas buenas.
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